Conoce al Artista
Marcos García
"El tiempo de toda una vida, cuando “no queda lo que no inventa” fue como un instante hecho a mano, cuando en los años sesenta, cuando se es joven para soñar cosas nuevas, veo por primera vez la obra de Martin Chirinos la cual fue la ventana hacia lo demás, como una esquina en el tiempo, o la óptica y estética del movimiento, luego en 1971 visito su taller en La Laguna, Tenerife, Islas Canarias y vivo ese colorido tan vivo como es la serie “Mediterránea” con el color “Yellow taxi cab”. Junto a mi tío Paco, los cuales eran amigos, y la gran magnitud de sus piezas me quedó grabado para siempre, y donde estaba terminando “my lady”.
También conocí la obra de Manuel Pereda de Castro donde sus grandes volúmenes se entrecruzan, produciendo ese “expresionismo abstracto o guiño figurativo”, más tarde, como el paso de un anciano con paciencia de artesano, con más conocimiento en diseño industrial y en 1980 nos volvemos a ver en el museo de bellas artes en Caracas, Venezuela, yo ya era Médico Cirujano y encontraba tiempo para trabajar como escultor buscando las abstracciones del metal moldeado con brío saña furia y fantasía, que tuerce el hierro y él acero, desde el discreto silencio de las formas hasta desnudar la idea, y buscar como ese movimiento virtual que produce la exuberancia entre el color que tramite y expresa lo alegre o triste, lo luminoso o sombrío, lo tranquilo o lo exaltado, y el espacio en contacto con el espectador, donde las ondulaciones de la visión sobre los planos horizontales y verticales de la obra, generan la sensación de cambio constante sin alterar la suavidad del espacio visual, y la armonía que se consigue por contraste, no por afinidad del color, transformado por la luz y la ubicación, nunca jugando a ganador, sino a lo que la vida te propone, sin tener la seguridad de lo que al final será la pieza, siendo algo natural y sencillo y ver como en los espacios interiores, tienen el poder generador de crear formas dinámicas y decorativas, siendo voluntariamente pacífico y estático, sin perder la concepción geométrica, acompasada lenta y armoniosa, del arte visual, pictórico dando esa visión poética de la vida en la cual la forma, el movimiento y estructura coherente, expresa algo por sí misma, hasta llagar a las locas soluciones decorativas del mundo actual, donde las superficies, los planos de metal, las líneas entretejidas, hilvanan madejas de trayectos reconocibles como laberintos visuales del intricado proceso de la coherencia y consistencia. Espacio. Luz. Pasión y Color.
Estudie también la obra de Eduardo Ramírez Villamizar así como la de Edgar Negret donde cada uno y a su forma y a veces juntos todos, hacer hablar la materia a través de ideas forjadas por la sierra, la cizalla, el soplete y el fuego para llegar a la limpieza de los perfiles al juego de las variables visuales, del ojo goloso, celoso, obstinado y curioso del ser humano y la posibilidades de ilusión óptica hecha imagen o de la imagen del color y multiplicar con admirable plasticidad las posibilidades visuales de la figura escultórica.
Con obras de gran tamaño destinadas a áreas abiertas, instaladas al aire libre, como parte del hábitat del hombre, la escultura deja de ser un objeto decorativo y revierte otra dimensión, es creación en libertad donde el hombre hace pleno empleo de su sentido decorativo". Marcos García
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